Una norma menor pone en evidencia los rotos del sistema que el Partido Popular está produciendo en la gestión de la Sanidad Pública de Madrid donde es habitual que reine el caos y la improvisación. Así lo hemos venido sufriendo en el colapso de las urgencias, en la crisis del ébola, en la descapitalización por interés propio de todos los recursos que nos han costado tanto crear y formar, en las derivaciones cada vez más escandalosas mientras se destruye nuestro patrimonio público, en la ampliación “ad limiten” de las listas de espera, en los recortes para la Sanidad Pública en tanto se van distrayendo del dinero público ingentes cantidades opacas para empresas privadas, sin control ni transparencia tanto en términos de calidad sanitaria, como de cuestiones de otra índole y así sucesivamente como hemos ido denunciado pormenorizadamente en estos últimos tres años.
Está claro que, como no pueden dar la cara, mantienen en secreto sus movimientos incluso para los partidos de la oposición, y actúan con pérfido e irresponsable modo atentando tanto a los derechos democráticos como a los derechos sanitarios obligados, en este caso, de atención a la salud individual en forma y fondo; entre tanto mantienen ocultos todos sus desmanes de gestión que procuran que no sigamos la pista para adelantarnos al destrozo del que este gobierno a nivel de la Comunidad y del Gobierno de la Nación están produciendo.
Así que, con una imprevista norma de carácter menor, se ha puesto en riesgo a miles de niños y niñas de muy pocos meses al haber sido dados de baja en el sistema informático, incluso antes de enviar la información a los centros y lugares sanitarios que los tratan. También se ha despreciado a los profesionales que han tenido que sacar la cara sin saber porqué y cómo porque ninguno aparecían en sus terminales. Con el mismo desprecio, prepotencia e irresponsabilidad, han hecho que se ponga en cuestión la profesionalidad y el trabajo de miles de profesionales que los atienden y que no sabían qué había pasado; lo cierto es que allí no estaban reflejados ni las personitas usuarias ni sus expedientes para proceder con la atención requerida.
No se trata sólo de inmigrantes, como los medios han publicados; sino de bebés de los más diversos colectivos, incluso españoles, que han desaparecido por arte de la magia neo-liberadora de los recursos de todos para la meritocracia de oportunistas sin calidad de empleados públicos.
En un solo día, sin haber avisado ni a profesionales ni a progenitores, este pasado 13 de febrero, se borraron a golpe de despiadada y mecánica tecla a 6.012 criaturas de más de 3 meses, nacidas después del 24 de abril del 2012, que estaban dados de alta como Transeúnte Recién Nacido. ¿ Cuántos se han borrado el resto de días? Aún no lo sabemos. Si tenían un año, por mucho que se demoren contaban con un año para darlos de alta y no se les puede cambiar de forma automática y de manera retroactiva. Dicen que a partir de ahora se borrarán todos estos pequeñines a quiénes se les denomina como Transeúntes Recién nacidos, ¿ dónde están los principios del estado de Derrecho, de la no retroactividad por los que deben de haber avisos previos suficientes para poner en marcha cualquier normativa? ¿O ésta es una más de la ley de la selva y de los robots anónimos ?
Nos consta que ha habido numerosas incidencias por esta mecánica acción de una gestión falsamente utilitarista, que no útil; y es así que muchas personas, de los más vulnerables, no han podido ser vacunados en tiempo y fecha, porque los han borrado y han desaparecido del sistema. A trabajadores de enfermería y del área médica no les era posible saber qué había que hacer; no se podía vacunar a ninguno pues ¿ de qué había que hacerlo?; tampoco se han podido realizar cirugías ni consultas externas; los más indefensos, los recién nacidos, han quedado por esa obcecada fórmula de eficiencia aplicada de una gestión fundamentalista de la Sanidad Pública (que desafortunadamente no se aplican a sí mismos) fuera del sistema sanitario público de salud poniendo en riesgo el bienestar de los seres más frágiles.
Como descargo, dicen que en dos días se pueden dar de alta, pero ese no es el caso. Sus formas son un nuevo atentado a los derechos fundamentales y la realidad es que nos han despreciado a todos y a todas en las personitas borradas. Es inconcebible que teniendo un año para gestionar el alta en el Sistema Sanitario Público, alguien haya decidido colocar una normativa exprés para que esa gestión se realice en sólo tres meses y se aplique en un día desde esos medios informáticos que cada vez están haciendo más inhumana la medicina. Una vez más, vemos como las directrices del Partido Popular, potencian una gestión de permanente desprecio a las personas, con un método cada vez más deteriorado; lo que le hace incapaz para mantener en forma una Sanidad Pública que de cobertura a todos y toda. Con esta nueva y escandalosa acción también desprecia a los miles de profesionales a los que se les ha cercenado sus herramientas para que puderoian hacer su trabajo teniendo que dar explicaciones de lo que no sabían y teniendo que quedar como los palmeros de una Consejería que hace aguas por todas partes.
Si leemos el último párrafo de la circular que tanto daño ha producido, se habla también de Transeúntes Generales, pero en este caso los datos sólo duran en el sistema 24 horas. Esto implica que no se les puede citar para revisiones, ni para consultas hospitalarias, ni para analíticas ni otro tipo de pruebas, ni pueden pedir cita previa, etc. una idea más de que todo ello demuestra que tratan a las personas como si fueran simples números.
Cierto es que no sólo han sido borrado niños inmigrantes y es inaceptable borrar primero a los niños sean cuales sean sus procedencias, pero en relaciòn a ellos es además incorrecto que se instruya para el caso de los niños de padres inmigrantes : «indicando a los padres que deben acudir al INSS para incluir al menor como beneficiario y aportar la demás documentación para emitir la tarjeta sanitaria», porque para los niños extranjeros que han nacido aquí de padres sin permiso de residencia ese un trámite infructuoso, porque no tiene derecho de ninguna forma. Y para los niños extranjeros nacidos en España de padres con permiso, ese trámite no se puede hacer hasta que el niño tiene Número de Identidad Extranjero – NIE, que puede demorarse más de tres meses. Y así la norma y la información está provocando también que muchos padres extranjeros crean que no pueden llevar a los niños a los centros de salud.
Por todo ello, DENUNCIAMOS, una vez, más el fundamentalismo de un gobierno que para satisfacer a sus votantes «algarabea» con los derechos del concebido y de la mujer embarazada y sin embargo deja en su cajón prestado los derechos de miles de vidas en este caso de frágiles y tiernos infantes de… ¿ tan sólo tres meses?.