NOS HACEMOS ECO DE LAS DEMANDAS DE JÓVENES PENSIONISTAS QUE DEFINEN CON CLARIDAD QUE HAY MÁS VICTIMAS QUE LAS DE COVID19. ABUNDAN MUCHAS OTRAS INVISIBILIZADAS TRAS UN MODELO ATENTATORIO CONTRA LA SALUD COMUNITARIA Y LA VIDA DE TODA LA POBLACIÓN. AMBOS SON DERECHOS INALIENABLES A GARANTIZAR COMO PRIORIDAD PRINCIPAL DESDE TODAS LAS INSTITUCIONES.

Resulta devastador comprobar el irreparable daño que la paralización por la irrupción, y posterior pandemia, del Covid19 ha causado en personas dependientes y enfermos crónicos. Recordar tan solo unas pocas cifras, es más que suficiente para hacerse un cuadro completo de la magnitud que alcanza.
En el mes de mayo de 2020 se registró un 10,77% menos de consumo de recetas, con el consiguiente deterioro en la salud y posterior incremento del gasto sanitario. 7 de cada 10 consultas de pacientes crónicos fueron canceladas. El 66% restante fueron aplazadas. Un 80% de pacientes tuvo dificultades para obtener su medicación. El 41,4% de las consultas de rehabilitación se suspendieron o anularon.

En ese mismo mes, el Ministerio de Sanidad publicaba que la lista de espera para una cirugía alcanzaba las 704.997 personas, 36.709 más que en el mismo mes del año anterior. Expertos, asociaciones de pacientes y sindicatos sanitarios, estiman que las listas de espera en este trimestre podrían duplicarse, sumando más de 500.000 pacientes.
Mención aparte para los dependientes, un 27% menores de 65 años, que han visto suspendida su atención en muchos casos y en otros se ha puesto en riesgo su salud y la de sus cuidadores.

A todo lo anterior, debemos añadir una Sanidad Pública cada vez más diezmada. Con muchos profesionales que, después del heroico esfuerzo que han hecho durante meses salvando vidas humanas día y noche, están de baja recuperándose del impacto por el horror vivido.
Evidentemente hablamos de sanitarios que aún mantienen sus esenciales puestos de trabajo. Por último añadimos el escaso esfuerzo de las distintas administraciones por reforzar los servicios sanitarios, dotándolos tanto de personal como de medios. Todo ello sumado a las inquietantes noticias sobre rebrotes y nuevas cifras de contagios y fallecimientos que nos llegan a diario.

Desde Jóvenes Pensionistas trabajan en dos vertientes: la social y la institucional. En la social, lanzando una campaña de sensibilización con este colectivo, especialmente golpeado por los efectos del colapso sanitario. En la institucional, presentando un escrito al Ministerio de Sanidad, así como a las Consejerías de Sanidad autonómicas.
reclamando:
● Una atención prioritaria debido al retraso en los tratamientos y cirugías. Dotando a la Sanidad Pública de recursos humanos y materiales necesarios para ello.
● Que se tomen cuantas medidas sean necesarias para garantizar nuestra atención, aún cuando la situación epidemiológica pudiera empeorar (hospitales “limpios de Covid19, , programa intensivo de pruebas PCR para este tipo de pacientes, etc).
● Atención adecuada a personas dependientes, tanto en domicilio como en residencias y/o centros asistenciales.
● Retomar los tratamientos rehabilitadores con las debidas precauciones de seguridadsanitaria: para evitar la progresión, agravamiento y/o deterioro de la salud de los pacientes.
Y como no puede ser de otra forma en este modelo tan deshumanizado, se pone en evidencia la enorme precariedad que lleva acumulando la atención a la Salud Mental Comunitaria, foco permanente de víctimas y en aumento. Más pronto que tarde, algunos tendrán que dar cuentas de tanta impunidad, destrucción y caos que producen muchas muertes encubiertas también tras la opaca tinta del calamar neoliberal.