Dolores Rubio y Llopart; dirige el Hospital Príncipe de Asturias de Alcala de Henares y se ha manifestado como gerente indeseable en cualquier situación incumple una serie de leyes que son garantías para cumplimiento de los derechos civiles de la ciudadanía en situaciones de enfermedad y ante la necesidad de asistencia en la Sanidad Publica.

Dolores Rubio y Lleonart fue elegida para el puesto que ostenta por resolución de 1 de diciembre de 2020 , (BOCM 04-12-2020). Entre sus méritos no cabe ninguna duda que están los de ser fiel seguidora el Partido Popular que suele premiar con el dinero de todos, la lealtad a los principios ideológicos que muchas veces ni siquiera son, pues acaban en unos principios económicos y personales. Los vínculos con determinada ideología que no entiende que el servicio publico no es de los políticos, sino un tesoro sagrado que pertenece a los ciudadanos, son más que evidentes en los peones con los que se ha ido rodeando Ayuso, quien no puede edulcorar más su mal hacer y su insoportable soberbia e incapacidad.

Es una lástima para el partido que su electa gerente, María Dolores Rubio y Lleonart , que estuvo ostentado diversos puestos en La Rioja donde no ha dejado demasiado buen sabor, haya explicitado con tanta claridad «cuanto le importan los pacientes», que por sino lo sabe son sus jefes, y qué poco entiende de humanización. Es una obviedad que no está a la altura; además es un ejemplo vivo de por qué se está yendo totalmente de las manos, cumpliendo un plan de años, la gestión política del gobierno de Isabel Diaz Ayuso quien, con el apoyo de Ignacio Aguado, ha saltado muchas veces con pértiga sobre la más mínima lealtad a la democracia, faltando continuamente al respeto a la ciudadania e incumpliendo su único objetivo por el que se le paga muy bien: gestionar el patrimonio ciudadano y sus bienes comunes: ejemplo la Sanidad Pública.
Así que : «Dime con quien andas y ……

Nuestro papel desde la posición de afectados directos de las malas prácticas políticas y sus derivadas, es denunciarlas y sacar de nuestras instituciones a quiénes las practican. Pedimos a Ignacio Aguado que, de una vez, un paso al frente y deje de ser el comodín necesario para seguir maltratando a las personas y sus derechos. Que no hablen de dignidad ni de humanización ni se atrevan a sacar sus votos a la luz. Lo que está pasando en Madrid es una extorsión continuada a la Salud Individual y Comunitaria en su más amplia dimensión, que no siguen engañando con la humanización de la que carecen; para muestra un botón:


