Mañana es el Día Mundial de la Salud Mental, una importante asignatura pendiente en nuestro país. Recortes tras recortes afectan con dureza a un enorme segmento de la población que va aumentando ante las incertidumbres y el deterioro continuado de todos los determinantes que definen la Salud; un todo personal que deambula sin norte en un contexto de pandemia y a cuenta de una gestión liquidadora de los derechos de las personas.

La priorización del mercado sobre la Salud ha sido descaradamente manifiesta en este contexto de encrucijada social y económica. La Salud Mental es un asunto de enorme trascendencia para la comunidad y requiere mayor financiación además de una gestión decuada que logre recuperar el modelo de Salud Comunitaria con la escucha como principal herramienta, alejandose de un ataque permanente de carácter ideológico y un objetivo de gestión concebida para enardecer la riqueza especuladora.
Apoyamos todas las iniciativas que redunden en fortalecer la Salud Mental otorgándola el papel que le corresponde como elemento imprescindible para el bienestar de los afectados, sus familias y la sociedad en su conjunto. Apoyamos las manifestaciones en su apoyo siendo uno de os temas que año a año hemos tenido muy presente en nuestras demandas. Invitamos a acudir mañana a la manifestación que organiza la Federación Salud Mental de Madrid.
Además queremos destacar la alarmante situación en Madrid que afecta a los recursos de rehabilitaciòn con los que se contaban en esta comunidad. La Asociación Madrileña de Salud Mental ha venido denunciando su profunda preocupación por los efectos que está teniendo la incursión de los fondos de inversión, conocidos como fondos buitre, en la gestión de los recursos de la Red de Atención Social a personas con enfermedad mental grave y duradera, dependiente de la Consejería de Políticas Sociales, Familia Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid.

Ni que decir tiene que nosotras también denunciamos la falta de sensibilidad para proporcionar recusros necesarios para el aumento de los malestares y la gravedad de lo mismos con especial precariedad con los recursos que afectan a los niños y jóvenes, careciendo de camas suficietes y especificas para ellos teniendo que compartir espacios de urgenicas en lugares de adultos.

Asímismos ponemos en alerta roja el considerable aumento de intentos de suicidio, una amenaza silenciosa y trágica en momentos de pandemia siendo especialmente alarmantes en el segmento infanto – juvenil.
EXIGIMOS A LOS GOBERNANTES una dedicación profusa y profunda sobre la Salud Mental imprescindible para la recuepracion social y la reconstrucción colectiva; no valen parches ni minucias.
